"Plop" de Rafael Pinedo (Interzona, 2022)
- José Henrique
- 13 abr
- 2 Min. de lectura

Sigo sumando lecturas en este periplo de la vuelta de la ciencia ficción, del gótico, en fin, de lo fantástico. Porque para pensar la nueva Época que se abre vamos a tener que imaginar, aventurar, dialogar con el Pasado para proponer un Futuro. El Presente continuo, edonista, yoico e individualista erigido por el posmodernismo que tanto en su manifestación por derecha, como por izquierda, retomó el espíriu absoluto hegeliano y sentenció el fin de las contradicciones y un no afuera del capitalismo, colapsó. Las contradicciones están en el centro de la escena, y las tendencias a las crisis, las guerras y las revoluciones, intrínsecas a este sistema se volverán a mostrar de la forma más cruel y desnuda.
Cuando la realidad está herida de muerte por la locura, recuperar la metáfora se vuelve imprescindible, porque desaliena, y en esa distancia, nos permite entender, proyectar, lanzarnos hacia lo utópico, y en ese camino construir lo nuevo sin quedar atrapados en ese corcet que propone la vida en un presente contínuo, inamobible, conservador y consumista.
Nota al pie: No es casualidad que en su giro reaccionario el estalinismo haya propuesto el realismo social.
Pero vayamos al texto que quería comentar. "Plop" de Federico Pinedo. Es una novela postapocalíptica, famélica, construida con piel y hueso. Raquítica, como lo que queda del estado de bienestar erigido en la posguerra por temor a la Revolución. Es una gran metáfora contruida sin una sola, como si el narrador hubiera perdido toda capacidad metafórica. El mundo descarnado y cruel, donde la humanidad ha perdido todo, se describe de forma telegráfica, con un lenguaje reducido a lo mínimo, y en esa descomposición avanza hacia ningún lugar. La Vieja Gora, es a la que todos respetan, y que el personaje se pregunta por qué es la única intocable. En ese peregrinaje constante sobre el barro tóxico hacia ninguna parte, donde el grupo se autofagocita sólo para sobrevivir, lo importante es la pulsión inmediata
del yo, sin abstracciones. La vieja sabe leer y la caravana nauseabunda sólo se detiene y forma ronda, cuando, como en transe, ella saca unas paginas y lee sobre el Big Bang. Es el único momento de la novela donde uno intuye que todas las metáforas que no tiene el texto invaden la cabeza de los que escuchan.
La vieja Gora es la que, en su nacimiento, salva, adopta y nomina a Plop. Le pone así porque es el ruido que hace al caer sobre el barro, mientras su madre no para, sigue caminando atada a un carro, "Plop" es la única metáfora que hay en toda la novela, primaria, la única que de forma gutural, describe abstractamente ese mundo. La aridez del relato es el fracaso del personaje, ungido por ella, de recuperar esa capacidad metafórica para salvar al mundo.
Léanla es impactante.
Comentários