"Nuestro mundo muerto" de Liliana Colanzi (Eterna Cadencia, 2017)

Este libro de cuentos de la escritora boliviana Liliana Colanzi deja muchas cosas interesantes como para ir por más lecturas de ella. Su abordaje de lo fantástico es muy particular, no hay, como en el neogótico, paraíso perdido en ruinas ocupado por el positivismo, ni encajes y bordados raídos en su narrativa. Es fría como un cuchillo certero. Se nutre de lo urbano, es económica en su sintaxis, y desde allí, transita la espesura. Hay una vorágine lanzada hacia adelante en su escritura, como si los personajes no tuvieran tiempo para contemplar y desde allí regodearse en lo oscuro. Hay algo de flaneur en ellos, que en el devenir de su movimiento, en el roce con el tránsito, va, como la mancha de los niños, desencadenando acción. Siempre, en estos cuentos, el personaje que arranca, le deja al secundario que lo cruza el protagonismo postrero para que cuente su historia y así, una y otra vez, armar una cadena de impactos lanzados hacia el abismo.

En el ruido de las voces de las urbes, en ese enjambre entrelazado que pareciera no significar, se encuentra la respuesta que ilumina, pero hay que decodificarlo y para eso hace falta erigir una antena que permita leer. Colanzi ve en la escritura, un aparato parabólico capaz de captar, como un medium, el monstruo moderno que nos acecha y del cual somos parte.

Lean, de forma minuciosa, a esta escritora boliviana, porque van a encontrar una apuesta muy interesante de lo fantástico.

P.D: Préstenle atención al cuento “La Ola”, creo que ahí están las claves de su dinámica narrativa.